Los no muertos no deberían poder ser sacerdotes, ya que se trata de humanos que rechazaron a los dioses convencionales y acudieron a dioses prohibidos para ser inmortales. Me gusta que algunas razas hayan buscado activamente la inmortalidad, obteniendo esta maldición de distintas formas. La habilidad de obtener golpe crítico en las noches oscuras tendría sentido si acaso existiera una forma de crear un campo de oscuridad en una pequeña área. También debería existir la manera de negar este efecto, invocando un pequeño radio de luz, propio de clases como sacerdotes o paladines.
En cuanto a la historia, me gusta que, al menos al principio, los no muertos sean solo humanos. Esto genera un odio enfocado en humanos y el deseo de unirse a un grupo que intente acabar con los humanos, como lo es la Dominación. También es importante saber que los orcos y demonios no pueden convertirse en no muertos, de esta manera estas dos razas no odiarían a los no muertos, ya que no existe el peligro de ver como sus hermanos caídos en combate se alzan, pervirtiendo así su merecido descanso.
Propio de su raza naturalmente marginal, deberían ser la raza dentro de la Dominación más rezagada. Deberían ser la raza con menos poder dentro de la Dominación, al menos por debajo de orcos y demonios. Necesitan de un grupo grande como la Dominación para llevar a cabo su venganza y su subsistencia, ya que necesitan matar humanos para aumentar su número. Aún así, no les resulta agradable pertenecer a un grupo en el cual no son líderes, sintiéndose marginales. Odian no sentirse plenamente libres, así que entrarían en el juego político para ganar más poder dentro de la Dominación.